Ayer por la tarde tuvimos un taller que nos ayudó a reflexionar sobre la importancia y la necesidad de los límites y las normas. Rocío nos enfrentó a nuestras ambigüedades, los dobles mensajes, la culpa, la dificultad de ser consistentes, el uso del chantaje y las justificaciones...
No hay soluciones mágicas pero ayuda mucho el tomar conciencia de qué y cómo lo hacemos para conseguir una autoridad saludable, fomentar la autonomía de nuestros hijos e hijas y acompañarles en su crecimiento, sin dejar de lado nuestro autocuidado como adultos que también necesitamos nuestros espacios personales.
Agradecemos al Centro Marie Langer en colaboración con el programa de Escuela de Madres y Padres de FAPAR este taller. Y por supuesto a Rocío porque nos encató. Esperamos que vuelva pronto con nuevas propuestas.